Chichen Itzá
El mundo está lleno de maravillas naturales que hay que admirar y preservar. Pero también hay lugares hechos por la mano del hombre que compiten en belleza con la Madre Tierra. Es el caso de Chichen Itzá, uno de los monumentos más espectaculares construido por los mayas.
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988, el yacimiento ofrece al viajero un «descanso» de las famosas playas en la Riviera Maya. Chichen Itzá está situado al norte de la península de Yucatán, en el municipio mexicano de Tinum. Su nombre se traduce como «boca del pozo de los brujos de agua». Éste alude a los itzaes, un pueblo de sabios que habitó la zona.
En este proceso, la cultura maya basó de girar entorno al impulso de la paz y el conocimiento al militarismo. Esto queda patente en la creación de estructuras como la Plataforma de las Calaveras, donde se exhibían estacas con los cráneos de cientos de enemigos.
Los primeros conquistadores españoles llegaron a la península del Yucatán en el siglo XVI. Para entonces, la magnificencia y grandeza de Chichen Itzá estaba reducida a un conjunto de ciudades desperdigadas que estaban sometidas al poder de familias nobles empobrecidas.
En 1894, el arqueólogo estadounidense Edward Herbert Thompson adquirió el terreno en el que se encontraba Chichen Itzá y realizó estudios de las ruinas, enviando restos a la Universidad de Harvard. A su muerte, la propiedad pasó a mano de sus herederos.